
El día estaba bastante oscuro, apropiado para caminar, pero no para hacer fotos. En algún momento apareció un rayo de sol, pero no el suficiente rato como para sacarle los colores a la piedra o al cielo.
La visita se inició en la Puerta Purchena entre explicaciones de donde estaban las puertas de las murallas, el porque de sus nombres y algunos detalles de la época, Iglesias cercanas, sistemas de conducción del agua, significado de escudos heráldicos y reminiscencias de las calles de la almedina.
Llegados a la Plaza Vieja o de La Constitución, fuimos instruidos en su construcción, estado actual y sobre la historia del Pingorucho de los Coloraos (foto de arriba). Perdonad la grua, pero llevan años de obras en el Ayuntamiento, que está al lado.
En el camino hacia la Alcazaba algún que otro convento (con su correspondiente incendio) murallas, e incluso una curiosa teoría sobre el Santo Grial en la que aparecieron hasta apellidos de la zona.
Por fin llegamos a la Alcazaba.


La torre de la vela (de velar) que no sabia yo que los moros usaran campanas, pero... (yo pa mi que era a voz en grito. En plan almuecin)

En el último recinto, mandado construir por los Reyes Católicos, una tronera en la Torre de la Pólvora. Apuntando a la atalaya de Castell del Rey, fortificación al oeste de la capital en un cabo que tapa las vistas de la Alcazaba hacia ese lado.