Ayer, mientras buscaba algo interesante en la televisión, me encontré con una película sobre Sorolla. Siempre me ha gustado la pintura de Sorolla, llena de luz y de vida, y me quedé a ver la película para enterarme algo más de su vida y , a ser posible, aprender algo sobre imagen.
Y aprendí algunas cosas que intuía y otras que, de tan sabidas, fueron como una revelación.
La película reconstruye cómo se crearon muchos de sus cuadros, incluso desarrolla escenas con el fondo de las pinturas que le corresponden, haciéndolas comprensibles. Y es que detrás de cada imagen hay una historia relacionada con el artista, más o menos íntima, pero siempre intensa.
Envidio a los pintores porque tienen todos los ases en la manga. Todos los factores que intervienen en su creación los tienen en su mente. La luz, el objeto, el tiempo... y obtienen lo que ellos quieren expresar. Solo dependen de lo que sean capaces. Decía Sorolla en la película, que pintaba con el alma, es decir, con sus sentimientos, y en sus cuadros transmite aquello que veía con los ojos de su alma, fundamentalmente vida, captando casi fotográficamente el momento de más intensa belleza.
La pasión por la pintura de Sorolla la veo como requisito "sine quae non " del genio. No creo que haya ningún genio que no sienta pasión por lo que hace, y es precisamente la que determina el resto de los requisitos, sobre todo la tenacidad. Eso sí, también hace falta capacidad (Que me lo digan a mi)
Una de las cosas importantes que aprendí de la película es una frase que repite Sorolla, "Cuanta más luz, más verdad. Cuanta más verdad, más belleza". Me gusta.
Finalmente la observación de que pintaba lo pintoresco, que se las trae el adjetivo:
"Se dice de los paisajes, escenas, tipos, costumbres y de cuanto puede presentar una imagen peculiar y con cualidades plásticas."
El tema de lo pintoresco entronca con muchos relacionados con la fotografía, que llevo pensando durante hace bastante tiempo. Igual expongo algo de ellos aquí más adelante, porque me preocupa la imagen uniformada de estos tiempos.
Así que fue un domingo aprovechado. (Y sin levantarme del sofá)
Y aprendí algunas cosas que intuía y otras que, de tan sabidas, fueron como una revelación.
La película reconstruye cómo se crearon muchos de sus cuadros, incluso desarrolla escenas con el fondo de las pinturas que le corresponden, haciéndolas comprensibles. Y es que detrás de cada imagen hay una historia relacionada con el artista, más o menos íntima, pero siempre intensa.
Envidio a los pintores porque tienen todos los ases en la manga. Todos los factores que intervienen en su creación los tienen en su mente. La luz, el objeto, el tiempo... y obtienen lo que ellos quieren expresar. Solo dependen de lo que sean capaces. Decía Sorolla en la película, que pintaba con el alma, es decir, con sus sentimientos, y en sus cuadros transmite aquello que veía con los ojos de su alma, fundamentalmente vida, captando casi fotográficamente el momento de más intensa belleza.
La pasión por la pintura de Sorolla la veo como requisito "sine quae non " del genio. No creo que haya ningún genio que no sienta pasión por lo que hace, y es precisamente la que determina el resto de los requisitos, sobre todo la tenacidad. Eso sí, también hace falta capacidad (Que me lo digan a mi)
Una de las cosas importantes que aprendí de la película es una frase que repite Sorolla, "Cuanta más luz, más verdad. Cuanta más verdad, más belleza". Me gusta.
Finalmente la observación de que pintaba lo pintoresco, que se las trae el adjetivo:
"Se dice de los paisajes, escenas, tipos, costumbres y de cuanto puede presentar una imagen peculiar y con cualidades plásticas."
El tema de lo pintoresco entronca con muchos relacionados con la fotografía, que llevo pensando durante hace bastante tiempo. Igual expongo algo de ellos aquí más adelante, porque me preocupa la imagen uniformada de estos tiempos.
Así que fue un domingo aprovechado. (Y sin levantarme del sofá)
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