
En el paseo marítimo, desde donde hice la foto, pasean familias con sus niños en caros carritos, jubilados, parejas de novios comiendo pipas, algún ciclista con toda la parafernalia de casco sicodélico y malla ajustada de colores chillones, turistas nórdicos con pantalón corto, chanclas y calcetines blancos, disfrutando de una temperatura y un sol que no tienen en su pueblo.
¿En que estará pensando el negrito de la playa?