Poca gente a eso de las 2,30 de la tarde, que acude a pegar un vistazo y a ver el Paseo de Caballos que se inaugura a las 3. (A eso vengo yo...)
Las atracciones para chicos y grandes están cerradas, aunque algún feriante de malas pulgas me diga a voces y de malas maneras que si la gente que viene es a ver los caballos (no lo dijo así exactamente, pero no me parece correcto reflejarlo literalmente).
También habían casetas en las que se podía beber y comer y otras para copas, como esta última que visité.
No sé que pasa en Almería que te encuentras a amigos y conocidos por todas partes. Aquí unos amigos con niña y abuelo incluidos. A él lo vi pasar después con un coche de caballos, pero no me dio tiempo a fotografiarlo.
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