jueves, 7 de enero de 2010

Manuel Falces


Murió ayer.
En Agosto, en la inauguración de su última exposición, el Ayuntamiento le había preparado la sorpresa de imponerle el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería, y dedicarle una calle.
Bromeaba sobre que no hubiera sido a título póstumo, con los ojos iluminados por la ilusión y la alegría.
No le conocí personalmente, aunque si a personas cercanas a él, que me contaron de su carácter alegre incluso en momentos difíciles, y me pusieron en contacto con su obra (Cuantos comentarios sobre algunas de sus fotos).
Sus cenizas serán esparcidas en varios lugares del Cabo de Gata, que tanto fotografió.
Almería y la fotografía han perdido un amigo.

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